Sanar a tu niño interior mediante escritura terapéutica

Sanar a tu niño interior

Tal vez hoy sientes que tus heridas emocionales de antaño siguen abiertas. Si es así, has de saber que puedes sanar a tu niño interior mediante escritura terapéutica.

Quizás te digas ahora: «Este tipo de escritura, seguro que puede ayudarme … pero no tengo idea de escribir como un escritor o Blogger pueden hacerlo!» Y yo te digo sinceramente que no es necesario ser escritor para realizar este ejercicio.

 

Sanar a tu niño interior mediante escritura terapéutica

Realmente lo único que necesitas es sacar esas emociones contenidas que tienes dentro. Eso sí, es importante que encuentres un espacio para ti. Un lugar tranquilo de tu casa o fuera de casa en el que te sientas cómoda y donde el ruido sea mínimo. Puedes escribir en tu ordenador o en una libreta que uses para anotar cosas especiales. Algo así como pensamientos personales o tu diario. Si no la tienes, cómprala porque te hará un gran servicio a nivel emocional.

Yo tengo la tendencia o costumbre de que, cuando acabo una libreta que he usado para plasmar mis emociones, me compro una del mismo estilo. Y no me vale cualquier cosas, compro libretas que me gusten, que me hagan sentir bien. Quizás pienses que es una tontería, pero ¿crees que tus emociones merecen estar en cualquier parte? Para mí, mis pensamientos, sentimientos y emociones son únicos, y como tales, merecen un espacio igual de especial. Para empezar, podrías ver que te parece comprarte algo parecido a esta libreta que te adjunto en este enlace, que además de bonita, es práctica.

Ahora que ya tienes libreta especial para escribir, ya puedo empezar a explicarte cómo hacer esta carta para sanar a tu niño interior mediante escritura terapéutica.

 

Para qué escribir a mi niño interior

Sencillo. Para acercarte a esa parte de ti que no está sana. Esa parte que sigue con heridas emocionales abiertas. Están así desde la infancia o puede que desde tu adolescencia. Es esa parte que está escondida, que no queremos mostrar aunque los demás la vean de alguna manera cuando nos discutimos, enfadamos o disgustamos con ellos, A la vez, cuando asoma, no sabemos bien porqué lo hace ni que es aquello que hace que durante un escaso periodo de tiempo asome al exterior.

Aunque ese niño o esa niña interior tiene heridas por experiencias traumáticas que vivió. O puede que, por ser una persona a la que sobreprotegieron en la infancia y que hoy en día paga a un alto precio esa sobreprotección. Ambas cosas, nos pueden afectar a nivel personal, de pareja, con nuestro entorno social o laboral. También puede darse el caso, de que afecte a varias áreas de nuestra vida a la misma vez.

 

Beneficios de escribir a tu otro yo

Uno de los grandes beneficios es lograr relajación y calma a nivel mental. Eso si, después de plasmar nuestros pensamientos en papel, en el ordenador o tableta. Aunque a mí personalmente me parece mucho más reconfortante e intenso, escribir en papel.

Otro de los beneficios es que al escribir la carta a tu niño interior, creas conexión con tú «yo» de ayer. Te dejas llevar por las emociones que llegan y grabas en el papel en forma de letras y palabras. Todo ello sin juicios. Así te deshaces de todo aquello que tenías pendiente de decirle a tú «yo» infantil.

Escribir esta carta te puede ayudar a ponerle orden a tus ideas, reflexiones, pensamientos. Te ayuda a mejorar la gestión emocional, a acercarte a tu niño interior, a abrazarle y curar sus heridas aún abiertas hoy.

Al acabar la carta, verás reflejados tus sentimientos, tristezas, pensamientos, imágenes, sensaciones físicas y emocionales

Pasos para escribir la carta a tu niño interior

 

Si escribes esta carta en casa, mira de encontrar un rincón en el que te sientas a gusto y tranquila. También, coge lápiz o bolígrafo y una libreta para escribir esta carta tan especial y única. Acompaña todo esto de una música tranquila que te guste escuchar.

Una vez hayas hecho esto, a continuación:

  1. Haz cinco inspiraciones y expiraciones lentas. Solo presta atención a esto para conectar contigo.
  2. Intenta visualizar a tú yo de la infancia. Hazlo a nivel físico, emocional. Recuerda a qué jugabas, con quien jugabas, si te enfadabas mucho o si eras una persona alegre con ilusiones. Tal vez aparezcan días especiales, situaciones anecdóticas u otras que te asustaron.
  3. Después de esta visualización, escribe todo lo que esas imágenes te hacen sentir sin perder la conexión con tu niña interior. Si durante tu infancia viviste momentos duros es el momento y lugar idóneos para curarlas. ¿Qué le dirías hoy a esa niña o niño interior para cuidarla, ayudarla a sanar?
  4. Desde esas primeras frases que han fluido y has escrito tal y como han ido apareciendo, ahora toca ponerle orden. Relee lo escrito y redacta una carta con todo tu corazón y desde la verdad más absoluta. Sé lo más concreta y clara posible.
  5. Acaba la carta con agradecimiento a esa niña o niño interior, con positividad y amor.

 

Espero que te haya gustado este post. Si tienes cualquier pregunta o si quieres opinar sobre este artículo, hazlo en comentarios. Estaré encantada de leerte.

 

 

 

Si quieres, antes de empezar a escribir esta carta a tu niña interior puedes ir a mi artículo: En qué puede ayudarme la escritura terapéutica para escribir con mucha más consciencia si cabe, tu carta.

 

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