La importancia de tener una actitud positiva

La importancia de tener una actitud positiva

La importancia de tener una actitud positiva, ¿cuál es? Quizás si sabes que es importante pero no sabes porqué o no sabes las ventajas que a nivel emocional tiene tener una actitud positiva.

Una de las cosas más importantes es saber cómo mirar la vida y cómo enfrentarse a los diferentes obstáculos que nos vamos encontrando con el paso del tiempo. Si la miramos con positividad tendremos más posibilidades de tener buenos resultados que si la miramos con negatividad.

Tal vez, al leer esto digas que has intentado tener una actitud positiva y no te ha dado resultado. Y yo te pregunto: ¿durante cuánto tiempo has mantenido el hábito de tener esta actitud? ¿Qué has hecho para tenerla y mantenerla?

La importancia de tener una actitud positiva

Espero que las preguntas que te acabo de hacer te hayan servido para reflexionar y para ver si de verdad has tenido durante mucho tiempo una actitud positiva o no. Verás, la diferencia abismal que hay entre estar contento o feliz o sentir que has fracasado y rendirte. Es decir, la actitud es el resultado de ver una situación y actuar ante ella según la perciba nuestra actitud.

Por tanto, si no trabajas en lograrla y después mantenerla, es que no tienes una actitud positiva. A ver, si acontece una catástrofe natural en la que no puedes hacer nada, como por ejemplo, un desastre natural como puede ser el volcán en erupción de la isla de La Palma (Islas Canarias – España) no te voy a decir que tomes ninguna actitud porque no puedes (claro está) parar la erupción de dicho volcán.

Pero si está en tu mano cambiar la manera de ver aquellos problemas que si tienen que ver con tu vida personal, familiar o laboral. Se que muchas veces los problemas parecen montañas a las que cuesta llegar a la cima, que en ocasiones se hacen un mundo. También sé que cuesta ponerse a verlo de otra manera porque los pensamientos internos y nuestro entorno pueden ayudar a mantener esa manera de pensar. Pero es posible cambiarla.

Me encanta esta frase de Gary W Goldstein: «Todo lo que puedes cambiar es a ti mismo, pero a veces eso lo cambia todo».

Es que en pocas palabras lo dice todo. Puede parecer mentira, pero ante todo problema, tu prisma es lo más importante para poder gestionarlo adecuadamente.

Qué hacer para tener una actitud positiva

Está claro que una persona no cambia emocional ni mental mente de la noche al día. Tampoco estos cambios bruscos serian positivos para tí. Ya sabes todo lo que sube rápido, baja con la misma velocidad. Así que para lograr esa positividad que traerá equilibrio a tu vida, lo mejor es ir paso a paso. Lo importante para tu salud mental, emocional y mental es asegurar el pie en cada paso y seguir hacia adelante.

Si estás en un momento que sabes que necesitas un cambio para sentirte mejor, para dejar de seguir alimentando esos pensamientos negativos, la ansiedad o depresión que pueden producir estos pensamientos que tienes a diario de manera continua. Hoy es el momento de decir, me comprometo a cambiar.

Con solo desearlo o quererlo no basta, hay que comprometerse con una misma.

Sabes que ninguna emoción, excepto la sorpresa llama a tu puerta porque si. La tristeza, el enfado, el miedo aparecen por algún motivo. Nos cuesta ver la raíz del problema que hace que estas emociones emerjan. Intenta averiguar la causa. Puede costarte (no lo niego) pero inténtalo para poder desbloquearte, para salir de ese estado que tienes y del que quisieras liberarte.

Está claro que el origen no es una experiencia agradable porque sinó no estarías mal. Pero no te quedes con el miedo, con la duda, con las continuas preguntas que te haces como: «¿Por qué me siento así?» «¿Qué me está pasando si antes estaba contenta y ahora no puedo estarlo apenas nada?»

Necesitas salir de esa rueda de pensamientos y actitudes pesimistas porque ¿sabes? Mereces sentirte feliz, alegre, disfrutar de tu vida. Así que, no lo dejes más y da ese primer paso que será el inicio a tu reencuentro con tu bienestar emocional.

 

A por el primer paso

Seguramente ahora te preguntes que paso es el primero, por donde empiezas, ¿no? Si me permites, déjame ayudarte.

No hay que agobiarse a la hora de plantearse objetivos o metas. Puede ser que no sepas por donde empezar a crear objetivos.O, quizás alguna vez lo has hecho y no has sido constante y te has rendido al  ver que no llegabas a lo querías conseguir. Si el tuyo es el 2º caso, piensa si esa meta u objetivo era una meta muy alta. Si nos ponemos metas altas y nunca hemos hecho nada por lograr nada, dificilmente de 0 a 100 llegues. ¿Por qué? Porque será como si no estás acostumbrada a caminar y te planteas como meta subir al Everest pues seguro que no lo conseguirás o te rendirás muy rápidamente. ¿Se entiende no?

Por eso te recomiendo proponerse metas muy sencillas, fáciles de alcanzar y mantener. Lo más duro es pasar de 0 a 1. Es decir, de no hacer nada a empezar a dar el primer paso. Eso es lo que más cuesta por la falta de costumbre de no proponerse metas y de comprometerse con ellas. De ahí que, la importancia de tener una actitud positiva se trabaje día a día.

Pregúntate que quieres conseguir. Alguna cosa que te haga ilusión o alguna afición que dejaste de lado y que hace meses o años de eso. Una afición que te encantaba y que te hacía sentir bien. Esa es una meta asequible y entiquecedora a partes iguales.

Una vez des el primer paso para llegar a ese pequeño objetivo y paso a paso lo consigas. En el segundo objetivo que te propongas seguro que el camino no se te hará tan cuesta arriba. Acuérdate que tras llegar a la meta u objetivo, hay que mantener el hábito.

Algo importante a recordar: cada paso dado es digno de agradecimiento y de celebración.

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